El turismo internacional se ha recuperado tras la pandemia. En 2023, las llegadas internacionales alcanzaron el 88% de los niveles de 2019, con 1.300 millones de turistas viajando por el mundo. Para 2024, se prevé que el turismo internacional supere los niveles de 2019, impulsado por la demanda acumulada y la mejora de la conectividad aérea.
Pero, a medida que la actividad se recupera, el sector enfrenta nuevos desafíos. Los destinos populares están saturados, lo que ha llevado al fenómeno de la «turismofobia» en algunas localidades.
Simultáneamente, ha aparecido un nuevo perfil de viajero más digital y consciente del impacto ambiental. Por ello, para 2025, se espera que los turistas demanden eficiencia, así como experiencias sostenibles y personalizadas.
Ante este panorama, es fundamental repensar los modelos turísticos tradicionales. En este caso, la innovación tecnológica se perfila como una herramienta clave para abordar estos desafíos.
Innovaciones tecnológicas clave para el turismo en 2025
La IA se ha convertido en una herramienta crucial para personalizar la experiencia de los viajeros. A través del análisis de grandes volúmenes de datos (big data), las empresas turísticas podrán anticipar las preferencias de los usuarios, ofreciendo recomendaciones personalizadas para actividades, alojamientos y restaurantes.
Los chatbots impulsados por IA brindarán atención las 24 horas del día, respondiendo a consultas en tiempo real y facilitando procesos como la reserva y el check-in.
Estas tecnologías permitirán a los viajeros explorar destinos antes de su llegada. Esto será clave para que los usuarios puedan tomar decisiones más informadas y experimentar de manera inmersiva lugares que planean visitar.
Desde recorridos virtuales por museos hasta visitas guiadas en 360 grados, la RA y la RV transformarán la manera en que los turistas planifican sus viajes.
El IoT será crucial para la creación de destinos inteligentes. Estos espacios integrarán tecnología para gestionar de manera eficiente los recursos naturales y energéticos, como el control automatizado de la luz y la temperatura en los alojamientos.
Esto no solo optimizará la experiencia del viajero. También contribuirá a la sostenibilidad al reducir la huella de carbono de los destinos turísticos.